miércoles, 29 de agosto de 2012

¿LA ENSALADA, UNA PRINCESA RELEGADA?


Cuando me pongo a ver la manera como comen nuestras familias, como comen mis amigos, me encuentro con un plato que en teoría es uno de los protagonistas de nuestro menú, de nuestra alimentación, pero que a la vez es uno de los platos que queda relegado por diversas razones, como por ejemplo, “voy a dejar espacio en el estomago para comer más carne” “monte? Noooo” esas expresiones son comunes cuando nos referimos a las ensaladas, es por eso que yo he optado por llamar a la ensalada la “princesa relegada”.
Creo que esto viene por un problema relacionado a lo que pensamos cuando escuchamos la palabra, para muchos (y vaya que lo he visto) existen solo tres tipos de ensalada, la de tomate, cebolla y lechuga, a la que algunas veces le ponen aguacate (ensalada criolla), la ensalada cocida (en ruedas o en cuadritos) y la ensalada de Arturos (repollo, zanahoria y un aderezo de mayonesa con un toque dulce), claro encontramos la variedad de ensalada de “cuadritos” cuando le ponemos o no remolacha, o cuando le ponemos pollo y la llamamos ensalada de gallina. Ah, hay que mencionar a la cuarta ensalada clásica, se circunscribe a cuando vamos a un restaurante y nos queremos lucir, la ensalada Cesar!. Pero realmente, una ensalada, resulta de una combinación de vegetales, normalmente frescos, aunque en algunas ocasiones se usan elementos cocidos, y hasta proteínas, lo que convierte la ensalada de una entrada o acompañante en un plato completo.
Si nos vamos al diccionario la palabra Ensalada proviene del Latín "Salata", a su vez forma corta de "herba salata" (Vegetales salados), pero las tradiciones y sobre todo los riesgos de todo el que ama el arte de cocinar han convertido a este alimento en un gran plato, aunque, como mencione anteriormente en ocasiones optemos por relegarlo. Concebir una ensalada implica la participación de muchos ingredientes puede llevar de todo: carnes, pescados, verduras, queso, frutas, frutos secos, cereales, pasta, legumbres, etc. Aunque habitualmente los vegetales están crudos, también pueden añadirse asados, cocidos o fritos.
La base de muchas ensaladas suele ser una verdura de hoja verde, principalmente lechugas de las que en el mercado encontramos infinitas variedades, también podemos utilizar berros, rúcula, espinacas o acelga. Las ensaladas pueden variar hasta el infinito, tanto en el modo de aliñarlas como en sus componentes. Casi todas las hortalizas pueden servirse en ensalada, permitiendo tanta fantasía como pueda crear la imaginación, siempre que sea con buen gusto y se respete el sabor y armonía de sus colores.

Hay algo que debemos recordar y es el equilibrio tanto en sabores como en texturas, nunca debemos olvidar el toque crujiente en una ensalada, principalmente cuando son creaciones que obtenemos al momento, cuando tomamos los ingredientes de lo que está disponible en nuestra despensa.
El otro elemento infaltable en una ensalada es el aderezo, los aderezos para las ensaladas son muy variados, tanto como la cantidad de ensaladas que podemos preparar, pero en general se utiliza algún aceite, algo acido, de fuerte sabor (vinagres, mostazas, etc.,) aunque el abanico de sabores es tan grande, que se pueden llegar a utilizar zumos, quesos etc. siempre dejándolo al criterio e imaginación del cocinero.
 La variedad es tan grande que con solo variar un elemento del aderezo ya tenemos una ensalada diferente, un sabor distinto, con solo variar la forma de cortar el ingrediente, cambiar la cocción en caso que el elemento sea cocido, por ejemplo si la ensalada lleva papas al vapor o hervidas, hacerlas al horno o asadas, ya tenemos una nueva ensalada, el limite lo pone la imaginación.
Al preparar una ensalada debemos considerar lo siguiente:

·         Toda verdura cruda requiere lavarse y desinfectarse.
·   Ahora tenemos a nuestro alcance un gran número de lechugas, es interesante combinarlas ya que cada una tiene diferente textura, sabor y nutrientes.
·         Los aderezos siempre deben de mezclarse hasta el momento de servir la ensalada.
·   La proporción de una vinagreta es por un tanto de vinagre dos de aceite.
·    El aderezo es tan importante como la ensalada misma, por ello este debe de ser el adecuado a la ensalada; esto es, si lleva quesos fuertes, el aderezo debe ser fuerte también, si lleva frutas, el aderezo debe de ser más ligero y ligeramente dulce.
·      Es recomendable cortar siempre la lechuga con las manos para evitar oxidación.

A continuación compartiré un par de recetas de ensaladas que he preparado con mucho éxito en casa y para algunos clientes que han sido producto de las ganas de hacer y probar nuevas combinaciones de sabores o incluir un ingrediente diferente para cambiar la ensalada tradicional y dejar de pensar en “dieta” cuando decimos la palabra, y pasar de princesa relegada a reina indiscutible en la mesa.

ENSALADA DE PAPINES CRUJIENTES, ESPINACAS Y ADEREZO DE YOGURT.
Para esta ensalada utilizamos, para aproximadamente seis porciones, todo depende de si lo usamos como entrada o acompañante, 600gr. de papitas colombianas o papines,  200gr. de hojas de espinaca fresca,  200gr. de lechugas varias, al gusto, puede ser un solo tipo, romana, criolla, o una mezcla de varias, 50gr. de queso madurado rallado por la parte gruesa, el tipo de queso queda al gusto del que está preparando la ensalada, madurado maracucho, parmesano, provolone.  Para el aderezo, utilizamos ¼ de taza de aceite, preferiblemente de oliva, pero si le resulta caro, usamos girasol, canola, maíz. 1 cucharada de vinagre de vino. 1 yogurt firme, 1 cucharadita de miel, sal y pimienta al gusto.
Una vez lavados y secados los papines, los ponemos al horno en una bandeja a la que rociaremos unas gotas de aceite de oliva y sal. Lo horneamos por aproximadamente 25 minutos, los primeros 15 tapados con papel de aluminio y los últimos diez minutos sin el papel para que queden bien crujientes. Mientras esto se cocina, ponemos las hojas de espinacas en una sartén con ¼ de taza de agua y un diente de ajo machacado, esperamos que se cocinen por solo 2 minutos. Para el aderezo mezclamos todos los ingredientes que se indicaron anteriormente y reservamos.

Para montar nuestra ensalada ponemos las lechugas bien lavadas, escurridas y cortadas groseramente con las manos, le agregamos papas crujientes que previamente hemos mezclado con las espinacas salteadas, bañamos con el aderezo y por ultimo le ponemos el queso.
¿Variaciones de esta receta? Ponerle tocineta doradita cortada en trozos pequeños, hongos fileteados crudos o salteados con ajo, cambiar el queso madurado por mozzarella, una opción un poco mas light es cambiar los papines por tomates cherries asados al horno, o cambiar el aderezo de yogurt por una emulsión de aceite de oliva, mostaza y vinagre balsámico.

ENSALADA DE LENTEJAS
Para esta ensalada utilizaremos 250gr de lentejas crudas, 3 tomates cortados en concasse, 1 cebolla mediana cortada en cuadritos, 30 gr. de hojas de perejil liso, 30gr. de hojas de cilantro fresco. Para el aderezo, ¼ de taza de aceite, 1 cucharada de vinagre, 1 cucharada de jugo de limón, 1 cucharadita de semillas de comino tostadas, sal y pimienta al gusto.
La preparación muy sencilla, se cocinan las lentejas hasta que estén blandas, no que se desarmen, más bien un poco “al dente” se corta la cocción con agua fría, se escurren bien, una vez frías se mezclan con el concasse de tomate, la cebolla, el perejil y el cilantro. Para el aderezo, se tuestan las semillas de comino y se ponen en un mortero, con la sal, esto se mezcla con la combinación de vinagre y jugo de limón, para luego agregarle el aceite poco a poco hasta lograr emulsionar, se baña la ensalada con esta preparación, se rectifica de sal y pimienta y a disfrutar.

Se puede servir sobre hojas de lechuga o escarola, se le puede añadir algún queso ahumado o una proteína ahumada, chorizo, jamón, pollo.




Para consultar:

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