domingo, 19 de agosto de 2012

VENEZUELA GASTRONOMICA. CAPITULO I. ZULIA. Dia 1

Cuando leí que la gente de VENEZUELA GASTRONOMICA AC estaba organizando un capítulo dedicado a mi tierra, donde durante unos días se celebraría una gran fiesta gastronómica no pude mas que sentirme contento, privilegiado de contar con la presencia de cocineros que día a día se parten el lomo investigando, complaciendo paladares en el mundo y dejando, como dicen las misses y los atletas, el nombre de Venezuela en alto.
Inmediatamente que se publicaron detalles, busqué la manera de adquirir mis entradas y cuando llegó el gran día, viernes 17 de agosto, la ansiedad de escuchar hablar a tanta gente que admiro me hacía llenarme de mas emoción y cual niño chiquito me fui bien temprano para disfrutar de todas las actividades programadas.
Al principio hubo un poco de desorden que me hizo pensar si es que no estamos preparados para eventos como este, el típico cuento de "estamos en Maracaibo, así que si dice a las 8 es a las 10" me indignaba un poco, pero una vez resueltos esos pequeños inconvenientes comenzó la fiesta, un salón abarrotado para escuchar al grande del pan, Juan Carlos Bruzual, hablando de panes, y mostrando un producto típicamente caraqueño, delicioso por demás, mostrándonos un Golfeao meloso, sin aromas maracuchos como me había imaginado, pero delicioso, un taller que demostró lo rico de nuestra gastronomía, que permitió romper el hielo con la sapiencia, la chispa y el desparpajo de un maestro que quisieramos adoptar en esta tierra del sol amada. 
Antes de eso, una bienvenida con unas hermosas palabras de la señora del chocolate, quien durante años ha defendido, amado y demostrado que tenemos el mejor cacao del mundo, la señora María Fernanda DiGiacobbe, por ahí estaban muchos admirados, Sumito, Pocho Garcés, y pare de contar. 
Por nuestra ciudad muchos estudiantes que se mostraban nerviosos y felices a la vez, algunos altivos aunque sin llegar a ser groseros, y un trío de cocineros, de quienes apenas había escuchado hablar (cosa que lamento porque descubrí que son unos grandes emprendedores y genios de la cocina con un inconmensurable amor por los sabores Zulianos) los chicos del Grupo Occidental Gastronómico, Carlos, Luis a.k.a. Coco, y Wilmer, a quien por los pasillos escuche que le dicen el morocho, ojala el talento también este multiplicado por dos.
La mañana se hizo corta ante tanta cosa buena, una vez degustado el golfeao meloso, pasamos a ver una demostración de amor y pasión por el segundo oro negro de Venezuela, el cacao, el mejor del mundo, esta vez de manos de quien nos dió la bienvenida, alguien que respira y exhuda pasión por este país, el mejor del mundo, muy a pesar de todo lo que nos pueda pasar. Escuchar a la señora del Cacao hablar de todos los procesos para convertir esa semilla en chocolate, ver sus gestos, su pasión se convierten en un motivo mas para amar este país, en un motivo mas para querer hacer las cosas mejor cada día, no importa lo que hagamos. 
Después de esos dos talleres llenos de aromas, sabores, sabiduría y buen gusto, llegó la hora de hablar de números, para eso vino el gran Edgar Leal, muy comedido en sus apariciones en televisión, pero esa calma es solo su tono de voz, cada palabra que pronunció era una demostración mas de "me gusta y me apasiona" lo que hago. Hablar de costos, puso a muchos a pensar en como mejorar sus negocios y como hacer nuevos emprendimientos que permitan demostrar que lo que cocinamos lo hacemos bien tan bien que nos genera buenos ingresos para seguir adelante. 
Una vez finalizados los talleres, salimos satisfechos, contentos, agradecidos y con ganas de mas. Así culmino la primera mañana, coronada por la noche con una cena llena de sabores exóticos, desconocidos para muchos de nosotros, una cena llena de sabores del Amazonas, tarántula, bachaco limonero, manaca, y muchas cosas con las que quisiéramos contar en algún momento en nuestras despensas para imitar al maestro Nelsón Mendez, el primer venezolano con una ponencia en Madrid fusión, la mamá de los eventos gastronómicos del mundo. De la cena, lamento no haber podido ir, aunque con la oreja parada solo escuche buenos comentarios, y de paso saber que en la cocina del hotel donde se sirvió la cena estaban los protagonistas (en su mayoría) del acontecer gastronómico nacional es un privilegio que pocas ciudades han tenido.
Juan Carlo Bruzual @PANA_dero

Maria Fernanda DiGiacobbe


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